-Estoy reventada... ¿falta mucho para llegar al campamento?
-No me jodas, Lanna! Si no llevamos ni cinco horas caminando! ¿Tan difícil es mover esas piernecitas de puta que tienes?
-Hablo la señorita ''Soy inocente''... No me vengas con estas que sabes perfectamente que llevamos toda la mañana caminando, Daga. ¿Falta mucho o no?
-Tranquila, mujer, tranquila... Sí, falta un buen rato, así que no te quejes más... O se te hará aun más pesado el viaje.
Daga tenía razón: Desde que acabó de explicar su vida de robos en Roca Casterly, de como mató accidentalmente a aquel pobre anciano y de cómo escapo de su sentencia a muerte uniéndose a su grupo, el camino se volvió tan aburrido que el cansancio le aparecía más rapido que antes.
-Oye Lanna, ¿porque no me explicas tu historia? Ya sabes, en todo el tiempo que hemos estado juntas en el grupo nunca he escuchado tu historia...
-Mi...¿Mi historia? No creo que te interese...
-Claro que sí, mujer! Venga, que nadie más se enterará... Dudo que alguno de esos salvajes nos haya visto!
-Bueno... si tu lo dices... Yo nací aquí, en Poniente, pero crecí en Pentos. Realmente no se como llegué hasta allí, supongo que mis padres me vendieron o que algún desalmado me robó... Tendría unos cinco añitos cuando en un viaje hacia Braavos los piratas nos atacaron y me hicieron esclava.
-Espera...¿Eres una esclava?
-Lo fui. Esos piratas me vendieron en la bahía de los esclavos, y allí me compró el propietario de un prostíbulo de Volantis... Como aún era pequeña, me hacia limpiar las habitaciones de los clientes y cosas así, hasta que empece a sangrar... Entonces decidió ponerme a disposición de sus clientes.
-Debió de ser horroroso...
-Lo fue. No se ni cuantos hombres me follaron, pero recuerdo perfectamente al último que lo hizo. Era un ponienti, y según le entendí pagó demasiado por mi, así que acabó por apuñalar al dueño del local. El cabronazo no sabía lo que había hecho, y mientras los guardas de la ciudad lo lincharon por asesinar a un volantino muchas de nosotras huimos... Conseguí un pasaje hasta Desembarco del Rey, donde me uní al grupo...
-Pero tengo entendido que los esclavos son marcados con un tatuaje por sus amos... ¿Tu no tienes ninguno?
-Bueno, lo tenía. Mientras me pagaba el pasaje abriéndome de piernas para la tripulación, el contramaestre y el cocinero me ayudaron a deshacerme del tatuaje... Ahora en su lugar tengo una bonita quemada en toda la espalda- Mientras dice eso, le muestra la espalda a Daga.- Pero mejor eso que no lo que tenía antes.
-Bueno, como mínimo ya no eres ninguna esclava... Yo si fuese tu empezaría a cortar las pollas de todo aquel que se te acerque, que sufran lo que tu has sufrido...
-Eso harás con la mía, Daga?
-Lyonel! Por los siete dioses, que susto me has dado... ¿Que haces aquí?
-Bueno, estaba buscando algo de comida mientras esperábamos vuestro regreso... Además, ya no estáis tan lejos del campamento como pensabais...
-Jajaja! ¿Has oído eso, Lana? Tu historia nos hizo volver más pronto de lo esperado!
-Si tu lo dices... Por cierto, Lyonel, has dicho que nos esperabais... ¿Pasa algo grave?
-Bueno, grave grave no, pero el Shakta os quiere ver... Espero que traigáis buenas noticias, porque no esta de muy buen humor...
-Traemos noticias, que es mas que suficiente...
-No me jodas, Lanna! Si no llevamos ni cinco horas caminando! ¿Tan difícil es mover esas piernecitas de puta que tienes?
-Hablo la señorita ''Soy inocente''... No me vengas con estas que sabes perfectamente que llevamos toda la mañana caminando, Daga. ¿Falta mucho o no?
-Tranquila, mujer, tranquila... Sí, falta un buen rato, así que no te quejes más... O se te hará aun más pesado el viaje.
Daga tenía razón: Desde que acabó de explicar su vida de robos en Roca Casterly, de como mató accidentalmente a aquel pobre anciano y de cómo escapo de su sentencia a muerte uniéndose a su grupo, el camino se volvió tan aburrido que el cansancio le aparecía más rapido que antes.
-Oye Lanna, ¿porque no me explicas tu historia? Ya sabes, en todo el tiempo que hemos estado juntas en el grupo nunca he escuchado tu historia...
-Mi...¿Mi historia? No creo que te interese...
-Claro que sí, mujer! Venga, que nadie más se enterará... Dudo que alguno de esos salvajes nos haya visto!
-Bueno... si tu lo dices... Yo nací aquí, en Poniente, pero crecí en Pentos. Realmente no se como llegué hasta allí, supongo que mis padres me vendieron o que algún desalmado me robó... Tendría unos cinco añitos cuando en un viaje hacia Braavos los piratas nos atacaron y me hicieron esclava.
-Espera...¿Eres una esclava?
-Lo fui. Esos piratas me vendieron en la bahía de los esclavos, y allí me compró el propietario de un prostíbulo de Volantis... Como aún era pequeña, me hacia limpiar las habitaciones de los clientes y cosas así, hasta que empece a sangrar... Entonces decidió ponerme a disposición de sus clientes.
-Debió de ser horroroso...
-Lo fue. No se ni cuantos hombres me follaron, pero recuerdo perfectamente al último que lo hizo. Era un ponienti, y según le entendí pagó demasiado por mi, así que acabó por apuñalar al dueño del local. El cabronazo no sabía lo que había hecho, y mientras los guardas de la ciudad lo lincharon por asesinar a un volantino muchas de nosotras huimos... Conseguí un pasaje hasta Desembarco del Rey, donde me uní al grupo...
-Pero tengo entendido que los esclavos son marcados con un tatuaje por sus amos... ¿Tu no tienes ninguno?
-Bueno, lo tenía. Mientras me pagaba el pasaje abriéndome de piernas para la tripulación, el contramaestre y el cocinero me ayudaron a deshacerme del tatuaje... Ahora en su lugar tengo una bonita quemada en toda la espalda- Mientras dice eso, le muestra la espalda a Daga.- Pero mejor eso que no lo que tenía antes.
-Bueno, como mínimo ya no eres ninguna esclava... Yo si fuese tu empezaría a cortar las pollas de todo aquel que se te acerque, que sufran lo que tu has sufrido...
-Eso harás con la mía, Daga?
-Lyonel! Por los siete dioses, que susto me has dado... ¿Que haces aquí?
-Bueno, estaba buscando algo de comida mientras esperábamos vuestro regreso... Además, ya no estáis tan lejos del campamento como pensabais...
-Jajaja! ¿Has oído eso, Lana? Tu historia nos hizo volver más pronto de lo esperado!
-Si tu lo dices... Por cierto, Lyonel, has dicho que nos esperabais... ¿Pasa algo grave?
-Bueno, grave grave no, pero el Shakta os quiere ver... Espero que traigáis buenas noticias, porque no esta de muy buen humor...
-Traemos noticias, que es mas que suficiente...