Ha llegado el día. Observas desde lo alto del muro como amanece un nuevo día por el este. A tu derecha, ves como un par de hermanos esta tiritando de frío mientras hacen su ronda. Tu no. Tu estas extrañamente tranquilo, sin frío, sin miedo.
Se acerca la hora. Te diriges hacia el ascensor. Mientras bajas en él, tu cabeza no para de dar vueltas al tiempo que estarás bajo tierra. ¿Tres días?¿Quizás un mes? Aunque lo que más te preocupa no es el tiempo que tardarás en volver a ver otro amanecer, sino si volverás a ver otro... Y si volverás a ver a Hela.
Sales del ascensor sin dejar de pensar en Hela... Desde que salistes de la maldita reunión que no la has vuelto a ver. ¿La habrán enviado a ella también a otra misión? ¿Sabrá algo de la misión? Mientras tus pensamientos te abruman, llegas a la entrada de las gusaneras. Allí te estan esperando el Lord Comandante y el maestre Hake... y Hela.
-Hela, ¿que haces aquí?
-Se lo de la misión.
-Se ve que la señorita se coló por la ventana... Realmente es una buena exploradora de la guardia.- Ves como el rostro del maestre cambia repentinamente y te mira fijamente- Ves con cuidado, Luwin... Las gusaneras pueden ser un lugar muy peligroso.
-Gracias, maestre.
-Recuerda, debes marcar todo los caminos que encuentres que no esten en el mapa que tenemos. Cuando encuentres la biblioteca, vuelve lo antes posible. Y sobretodo, no hagas tonterías. Una vez que entres, estarás solo y nadie te podrá ayudar. Lo entiendes, ¿verdad?
-Si, mi Lord.
-Ten cuidado, por favor... Y vuelve pronto...- Ves en Hela una cara de preocupación que no es propia de ella.
-Gracias, Hela... lo tendré.
Mientras recoges todas tus cosas y te las cargas en la espalda, el Lord Comandante abre las puertas a las gusaneras. Mientras las abre, sientes como el frío, por primera vez en todo el día, corre por tus venas. Tienes la extraña sensación de que algo pasará cuando estés allí debajo, tu solo sin ayuda...
Pero ignoras esa sensación y entras en las gusaneras.
Se acerca la hora. Te diriges hacia el ascensor. Mientras bajas en él, tu cabeza no para de dar vueltas al tiempo que estarás bajo tierra. ¿Tres días?¿Quizás un mes? Aunque lo que más te preocupa no es el tiempo que tardarás en volver a ver otro amanecer, sino si volverás a ver otro... Y si volverás a ver a Hela.
Sales del ascensor sin dejar de pensar en Hela... Desde que salistes de la maldita reunión que no la has vuelto a ver. ¿La habrán enviado a ella también a otra misión? ¿Sabrá algo de la misión? Mientras tus pensamientos te abruman, llegas a la entrada de las gusaneras. Allí te estan esperando el Lord Comandante y el maestre Hake... y Hela.
-Hela, ¿que haces aquí?
-Se lo de la misión.
-Se ve que la señorita se coló por la ventana... Realmente es una buena exploradora de la guardia.- Ves como el rostro del maestre cambia repentinamente y te mira fijamente- Ves con cuidado, Luwin... Las gusaneras pueden ser un lugar muy peligroso.
-Gracias, maestre.
-Recuerda, debes marcar todo los caminos que encuentres que no esten en el mapa que tenemos. Cuando encuentres la biblioteca, vuelve lo antes posible. Y sobretodo, no hagas tonterías. Una vez que entres, estarás solo y nadie te podrá ayudar. Lo entiendes, ¿verdad?
-Si, mi Lord.
-Ten cuidado, por favor... Y vuelve pronto...- Ves en Hela una cara de preocupación que no es propia de ella.
-Gracias, Hela... lo tendré.
Mientras recoges todas tus cosas y te las cargas en la espalda, el Lord Comandante abre las puertas a las gusaneras. Mientras las abre, sientes como el frío, por primera vez en todo el día, corre por tus venas. Tienes la extraña sensación de que algo pasará cuando estés allí debajo, tu solo sin ayuda...
Pero ignoras esa sensación y entras en las gusaneras.